(Originalmente publicado en la Revista LA HORA DE LA VERDAD )

26.07.2014 20:11

C. Mari Jiménez


En este mundo donde vivimos, que a cada paso hay un obstáculo difícil de pasar, sólo nos queda un remedio: la fe en algo más elevado. La fe en nosotros mismos donde ponemos fuerza de voluntad para enfrentar los obstáculos que nos surgen en el camino. Y la esperanza de evolucionar y encontrarnos, otro día, un mundo mejor. 

Todos sabemos que la fe mueve montañas, pero es necesario que haya montañas para moverlas. Y entonces es como alcanzamos nuestras metas, pues no hay victoria sin lucha. Y como dice Joanna de Angelis en el libro "Momentos de Salud" (Divaldo P. Franco): "La fuerza divina pasa por mi mente y mi cuerpo. Renací en situación penosa para entrenamiento de la evolución. Las personas son conforme se complacen pero, yo soy una búsqueda perenne de la armonía. El mal que me hacen, transformo en un bien para mí. No era intención de ellos hacerme daño. Sucede que a su turno, fueron víctimas y no supieron hacer mejor. Así es que yo los amo y soy libre para conquistar las metas de la perfección."

Por eso cualquiera que sea nuestro obstáculo, montaña o lucha, como queramos llamarlo, tened fe, fuerza de voluntad y esperanza para afrontarlos y llegar a nuestra tan deseada meta: la evolución para alcanzar un mundo de paz y armonía.